Es una ruta dentro de la misma finca en la cual los participantes descubren el arte de la piedra seca en un paseo entre viñas y bosque. A lo largo del recorrido pueden ver los muros de piedra seca que se construían para sostener los terrenos de cultivo, y barracas de piedra seca que servían de cobijo a pastores, campesinos y ganado. La ruta acaba con una cata comentada de vinos del Penedès acompañados de productos de la zona.