Integrarse al grupo de vendimia durante los meses de septiembre y octubre puede ser una actividad gratificante, relajante y muy creativa para aquellas personas que trabajan en puestos muy tecnificados. El contacto directo con la naturaleza promueve la autoestima, ejercita el cuerpo desde el ámbito físico y genera sentimientos de satisfacción en el grupo. Es una buena manera de combatir el estrés y promover la creatividad. La actividad acaba con un almuerzo típico de vendimia y una cata de vinos de la zona.